Papel Pintado Liso o Semiliso

Papel pintado de colores lisos o semilisos, con leves relieves o jaspeados para dotarles de una interesante textura y mayor calidez visual.

Aunque puede parecer a priori más aburrido por la ausencia de dibujo, el papel pintado liso presenta ventajas que lo hacen una opción muy versátil a tener en cuenta en términos de decoración.

El papel pintado sin estampado es una opción excelente para aquellos que buscan una solución que complemente la decoración de la estancia sin abarrotarla de dibujos, texturas o estampados.

Fáciles de combinar con otros papeles o materiales, existe una gran diversidad de tonalidades y también de texturas. Puedes encontrar exactamente la tonalidad que coordina en tu decoración.

Destacar dentro de esta categoría los papeles pintados lisos de efecto entelado cuya textura simula la de un tejido, como el terciopelo o el lino.

Una solución elegante para aplicar una determinada tonalidad a la pared al tiempo que la dotamos del tacto suave y cálido propio de un material textil.

Ventajas del papel liso

El papel pintado de color liso o con una ligera textura, no tiene patrones  que casar y por tanto se aprovecha la totalidad del rollo.

Es decir, no hay desperdicio en la colocación  ya que no hay que preocuparse por casar los dibujos y por tanto su instalación es más sencilla y rápida, pudiendo realizarla uno mismo.

Es una alternativa perfecta a una pared pintada. Si el papel presenta cierta textura, por ejemplo de imitación textil, aportará interesantes matices y calidez a la decoración.

Además son usados frecuentemente en combinación con otro papel estampado de la misma colección.

Se trata de una opción versátil, simple y elegante que puede adaptarse a cualquier estilo de decoración y ambiente.